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ÁBRANSE LOS CIELOS 

(¡y no llueva de lo alto!)

 

 

Me parece que el tamaño de las ciudades se descubre mirando hacia arriba. Medellín, por ejemplo, es una ciudad de cielo estrecho. Las montañas que la rodean delatan también, un poco, la naturaleza de sus habitantes. El cielo de Madrid, en cambio, es ancho. Ancho y heterogéneo, al igual que las ropas de la gente, que se ven obligadas a cambiar de acuerdo con el antojo de sus vientos.

 

Cuando se viene de una ciudad “angosta” (como ya la nombró un escritor en su novela homónima), las vistas panorámicas de las avenidas, la arquitectura de siglos pasados y la vida nocturna de Madrid, sorprenden. Sorprende, también, que la gente lea en el metro y que no salude en el ascensor.

 

En Madrid se respira un aire menos gastado que en Medellín. Es como si circulara mejor gracias al cielo ancho. Esto se traduce en una cierta ilusión de libertad que es para mí lo más bello de haber cruzado el Atlántico: sentir que soy un poco libre. En Medellín, en cambio, el aire parece más gastado y más contaminado por el humo de los autobuses y por las miradas segregacionistas propias de una ciudad pequeña. Ser libre en Medellín es un asunto complicado, porque las mentes estrechas, que generalmente provienen de cielos estrechos, siempre están listas para emitir juicios acerca de todos y de todo. Lo que he pensado, últimamente, sin embargo, es que por la libertad hay que pagar un precio alto: la soledad.

 

A pesar de sus cielos angostos, Medellín ofrece compañía. De los vecinos, de los amigos, de los conocidos, de la familia. A veces demasiada compañía, pero es algo que se extraña en medio de la libertad. Allí, todos saben tu nombre. Saben quién eres, qué haces, con quién sales y qué te gusta. Madrid me ha dado libertad y me ha enseñado a valorar tanto la soledad como la compañía. Sobre todo, y eso es algo que llevaré siempre conmigo, me ha enseñado que soy chiquita y que el mundo es grande. Y que para crecer hay que aprender a estar solo, porque para crecer hay que aprender a ser libre.

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